Dominican Cinema

El que mucho Abarca (Critica)

La dupla Daniel Aurelio [guionista] y Ronni Castillo [director] retoma el género de comedia romántica que tanto le funcionó en “¿Quién manda?” y logra un producto que, aunque nada similar a la anterior, tiene una que otra cosa rescatable.
“El que mucho abarca” cuenta la historia de Ricardo [Carlos Sánchez] quien, estando en una relación estable con Valentina [Luz García], trata de convencerse continuamente que su vida rutinaria es satisfactoria y de que es feliz, hasta que llega Dalila [Georgina Duluc].
Como historia, es una perfecta comedia romántica que tiene todo para funcionar, pero en la práctica la película parece más un producto hecho por encargo y al vapor que uno que se tomó su tiempo como “¿Quién manda?”.
Castillo y Aurelio inteligentemente toman el camino de la voz en off y utilizan a Carlos Sánchez de protagonista y a la vez narrador de la historia, diferente a la constante ruptura de la cuarta pared que hacía el personaje de Frank Perozo en “¿Quién Manda?”. Esto funciona porque permite los momentos más encantadores que salen de las expresiones de Sánchez y de su tono de voz cuando está en off. Un ejemplo de esto son las tomas iniciales en el restaurante en las que él mismo se comparaba con los demás hombres que están con su pareja en las otras mesas y, claro, cuando de repente se encuentra en problemas en su casa más adelante en la película.
El problema recurrente del cine dominicano, notable este 2014 más que en otros años, son las actuaciones y la falta de convencer a la audiencia de que estas personas son “reales”. Carlos Sánchez y Bolívar Valera claramente fueron elegidos para personificarse a ellos mismos [o una versión de ellos], pero frente a las cámaras y con palabras que seguro no están acostumbrados a usar, ambos se notan en momentos muy lejos de la comodidad con que se le ve a Valera en la televisión y a Sánchez sobre un escenario. Por otro lado, lo irónico de las actuaciones de Duluc y García es que ambas están puestas en un rol que les cae bien: García como cuasi-puritana/mojigata y Duluc como pícara; sin embargo, ninguna de las dos es efectiva en su rol y no tienen nada de química con Carlos Sánchez.
La comedia parece una película a destiempo. Imaginen esta película diez años atrás, en pleno apogeo del megadivismo y sus dos exponentes “más grandes” [aunque ellas no se consideraran así] y un Carlos Sánchez no tan conocido como es ahora; sería una producción mucho más interesante y el mismo Sánchez sería un perdedor mucho más adorable.
El cine dominicano constantemente toca la frontera de lo que pudo haber sido si “tal cosa”. Cada película regular que vemos en pantalla es una buena idea mal presentada. “El que mucho abarca” tiene las escenas más cómicas del cine local en este 2014: la cena sorpresa en la que Valentina cree que Ricardo es gay y lo engaña con otro hombre y el enfrentamiento embriagado de Ricardo con el payaso. Sin embargo, a la película constantemente le falta ritmo y el hecho de que sus actores, principalmente Duluc y García, supieran interpretar lo que tenían en frente. A pesar de todo esto, es importante destacar que aquí se logró una decente interpretación por parte de Denisse Quiñones.
“El que mucho abarca” se apresura en llegar a su conflicto, pero se tarda demasiado tiempo en el desarrollo. Es un ejercicio más real sobre la infidelidad del presentado en “Quiero ser fiel” y, fuera de los momentos cómicos anteriormente mencionados, lo mejor de la película es que es fiel a la actitud de su protagonista. Cuando ya Ricardo pierde todo por abarcar de más [no pun intended], él, en su momento de borrachera [recuerden in vito verita, en el vino hay verdad], va primero donde la amante Dalila y no donde su pareja de años Valentina, porque lo que realmente quería era lo que le brindaba Dalila y no Valentina. Otras películas recurren al gastado discurso del “amor verdadero“ y hubieran hecho lo contrario.
Tal vez, si en esta película le hubiera dedicado el mismo tiempo que, claramente, destinó a trabajar con sus personajes protagónicos en “¿Quién Manda?”, esta segunda entrega de Castillo fuera mucho mejor, ya que en el ambiente de la comedia romántica dominicana, este director ha demostrado que puede dominar el género y que tiene buenas ideas para el mismo.
La mayoría de estas películas no se ven como cine y todavía se sienten como un especial de televisión malo con pequeños momentos de lucidez. Tal vez estos productores deberían más apostar al primetime de la TV y dejarle el cine a otras personas.
 
Escrito por Orlando Santos, Fuente: CineDominicano

Stay up to date!