Dominican Cinema

Caribbean Fantasy (Critica)

El documental, al igual que los cortometrajes, continúa siendo el pilar de una industria cinematográfica criolla que no termina de encontrar su madurez, pero su verdadero crecimiento lo podemos ver en estos dos géneros.
Tanto el documental como los cortometrajes en República Dominicana han servido para reflejar la idiosincrasia dominicana con la belleza artística que el público tanto anhela a pesar de continuar en una especie de anonimidad para el público masivo.
“Caribbean Fantasy”, de Johanne Gómez, es el primer filme que destaca que el 2016 promete y promete mucho. El documental cuenta una historia al pie del río Ozama que fue creándose frente a los ojos de su directora, y de esa encantadora transición es testigo la audiencia.
El filme de Gómez narra una porción en la vida de Rudy, el protagonista de esta historia.
Como documental que busca explorar la vidas a orillas de este río tan contaminado puede parecer reiterativo; este es el talón de Aquiles, pero también una de las fuerzas del documental.
Mientras que pudiera parecer que la película no tiene mucho que contar, se convierte luego en una forma narrativa de ir construyendo tensión en una historia que inició como especie de denuncia social y terminó siendo un encantador, y desgarrador, melodrama. Rudy está enamorado, esto lo sabe él y lo aprende la audiencia.
Rudy vive a orillas del río, sin identificación y sin registros. Gana menos del sueldo mínimo y a veces no gana nada. Rudy transporta pasajeros en una pequeña barca de un lado del río al otro. Gómez se asegura de retratar esta vivencia lo más que pueda. No por belleza artística sino por retratar una realidad, una realidad inescapable para su personaje protagónico, y una de la cuál él no puede ver más allá.
Los documentales locales han encontrado en los últimos años una humildad y una honestidad narrativa que rara vez hemos encontrado en los largometrajes de ficción. Estos mismos documentales han elevado la importancia de un festival como RDOC y han dado a conocer talentos futuros de nuestra industria como Melvin Durán, Natalia Cabral/Oriol Estrada y ahora Gómez, que -aunque ya tenía un trabajo previo- es en este donde se destaca su madurez y su pasión por un cine repleto de matices y denuncias sociales.
“Caribbean Fantasy” destaca el crecimiento de Johanne Gómez como cineasta y como ser humano. Un ejemplo perfecto de para lo que debe ser utilizado el cine y de cómo una historia sorprende no sólo a la audiencia sino también a quién es responsable de ella.
Un retrato pequeño, sin pretensiones. Una película que inició un camino por un lado y terminó en territorio desconocido. Una historia devastadora, una historia tan cercana y tan lejos. Un amor que hiere, un amor que enloquece. “Caribbean Fantasy”, al igual que documentales como “Blanco” y “Tu y yo” en años pasados, es de lo mejor en el cine en lo que va del 2016.
 
Escrito por Orlando Santos, Fuente: CineDominicano

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