Dominican Cinema

Cristo Rey (Critica)

El único comentario que llegó desde Toronto a través de Twitter sobre la segunda película de Leticia Tonos fue de un periodistas que comentaba que se fue ante de los veinte minutos porque si una película no lo atrapa para ese período de tiempo, y más en un festival tan grande, el se marcha de la sala de cine. Es este el problema más grande de “Cristo Rey” y el que evita que sea la película que esperábamos.
El ritmo, especialmente en sus minutos iniciales, es tan malo que hace parecer que la historia nunca llega a desarrollarse sin toparse con baches cada 5 o 10 minutos y es una pena porque la marca de la directora que hizo de su primera película “La Hija Natural” y de su cortometraje “Ysrael” dos de los mejores trabajos que se han hecho en nuestra industria está presente en los rincones de Cristo Rey.
Tonos logra crear del barrio un personaje más con vida propia en donde las odiseas de Janvier [James Saintil], Jocelyn [Akari Endo], Rudy [Yasser Michelén], el Bacá [Leonardo Vásquez] y Pedro Lee [Moises Trinidad] son parte de su entorno. En ninguna otra producción local se había visto una locación con tanta vida como “Cristo Rey”. Sin embargo, hay tantas situaciones en pantalla y tantos elementos innecesarios que la historia queda muy delgada para la premisa de la misma.
“Cristo Rey” más que una tragedia Shakespereana es un western en donde el héroe, más que querer ser parte del enfrentamiento, se ve obligado a llevar a cabo lo que le toca; es como si el entorno [al igual como sucede en “La lucha de Ana” de Bladimir Abud] lo arrastrará a un desenlace del que no se pudiera acabar y es aquí donde las ideas de Tonos toman fuerza. La lucha por el control del barrio, el odio, la traición y el amor fatal están todos allí, solo que [como comentábamos al inicio] el pacing interrumpe el disfrute de la audiencia.
La disputa por el barrio en la que se ve involucrado Janvier es lo más interesante del filme y la atracción por Jocelyn lo más débil y cuando el ese amor prohibido es el que eventualmente será la causa de la desgracia es lo más débil de tu historia también es difícil entregarse a ella. Tonos logra algo excelente después que estos dos personajes se conocen; Janvier inicia su camino regreso a casa en un Cristo Rey oscuro y sin luz y a medida que camina el regreso de la energía eléctrica, y la felicidad de los habitantes por este suceso, pareciera que fuera un milagro por la alegría de Janvier después de haber tenido un episodio de amor a primera vista. Pero la química entre Endo y Saintil es inexistente.
Existe una flaqueza en la relación amorosa de Janvier y Jocelyn primero porque se nos presenta, de una manera muy buena, un prejuicio que tiene el personaje interpretado por Endo pero que es olvidado inmediatamente en la próxima escena. Este debía ser un amor tan intenso, tan caótico, que nos hiciera creer en una razón válida para que Janvier sacrificara su vida por Jocelyn. El problema también persiste en los diálogos que tienen entre ellos y en una Akari Endo que rara vez se ve cómoda en pantalla. Ella fue un casting perfecto físicamente pero no adecuado para un rol protagónico.
El único momento en la relación de Janvier y Jocelyn en donde la incomodidad no existe es después del terrible “¿tu vive aquí?” de Jocelyn al momento de llegar a la casa de Janvier y donde ocurre la escena de sexo que es vital en una película para convencer a la audiencia de que esta es una relación verdadera [¿¡leíste “Biodegradable”!?].
Por otro lado se puede destacar nuevamente el trabajo de Jalsen Santana, el de Leonardo Vásquez y el de Moises Trinidad; junto a Saintil son las actuaciones más destacadas del filme.
“Cristo Rey” puede que no haya sido la película que yo esperaba pero si hay que tomar en cuenta algo y es que Tonos es ahora mismo la única directora que está tomando riesgos en nuestra industria. Ella ha sido la única capaz de dirigir escenas de amor convincentes y no ha tenido miedo de tocar brevemente temas por más tabúes que sean en este país. Tonos fue quién le puso la idea del posible incesto de sus dos personajes protagónicos en su primera película “La Hija Natural” a la audiencia y aquí tiene a Rudy [el Claudius para el Rey Hamlet que es Janvier; o el Scar para el Mufasa. Como prefieran] declarando “todos los haitianos se parecen” como cualquier imbécil ciudadano de un país que cree que está siendo invadido por extranjeros. Rudy también es la representación más honesta de la persona que lo quiere todo y lo quiere ahora y de las pocas oportunidades que ofrece un lugar tan marginado como el que presenta Tonos en su película.
Aunque no superó su opera prima, Tonos ha creado un mundo en donde realmente no toma una posición sino cuenta una historia en la que da a conocer que el mundo sigue dando ruedas. Sus créditos iniciales y finales dan vista de esto, es una forma de decir esto es Cristo Rey y esta es una de nuestras historias. El filme no terminó siendo la mejor película del año pero es sin duda una de las pocas producciones locales de las que se puede y se va seguir hablando en estos días, en los próximos años, por lo que su directora [como contadora de historias] puede lograr.
 
Escrito por Orlando Santos, Fuente: CineDominicano

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