El cine dominicano, con sus pequeñas excepciones [La gunguna, Dólares de Arena], ha encontrado un línea divisora bastante marcada. Existen las producciones de las cuales se sabe de antemano que serán un bodrio o algo desechable que apuestan a las masas momentáneamente y están también las oportunidades perdidas: aquellas películas en las cuales tenemos esperanza y terminan más defraudándonos que disgustándonos. “Dinero Fácil” entra en la última categoría.
Escrita y dirigida por Daniel Aurelio [guionista de “¿Quién Manda?”, “El que mucho abarca“ y “Pueto pa mi”], “Dinero Fácil” se encuentra con las facultades positivas de los antiguos guiones de su director: momentos cómicos inolvidables que reflejan de manera perfecta el dominicano.
Sin embargo, igual que sus demás guiones [con excepción tal vez de “¿Quién Manda?”] no encuentra la forma de mantenerlo durante toda la película.
¿Por qué digo que “Dinero Fácil” es una oportunidad perdida? Porque tuvo todas las facultades de ser una gran comedia. La película contaba con un tema llamativo [hacer dinero en base a bulto en República Dominicana] y para mas suertes contó con una perfecta femme fatale en el personaje de Margaux da Silva.
Ahora bien, el principal problema de “Dinero Fácil” no es la oportunidad que pierde, sino su horrible audio y mezcla de sonido. No hay algo que desconecte más a la audiencia de una producción cinematográfica que se escuche mal y/o que lo que se escuche no tenga sonido. El audio sube y baja en cada pieza de diálogo y es muy visible la mala sincronización que tienen en la mayoría de las escenas. Esto sin contar la interminable música de fondo que hace sentir a la audiencia que está en un elevador eterno que no termina de llegar al piso deseado.

El montaje y el hilo narrativo tampoco ayudaron mucho. En varias ocasiones donde varios personajes se encontraban reunidos, sonaba el timbre para que el protagonista [Daniel Aurelio] abriera la puerta para encontrarse uno de los personajes que, segundos antes, había estado reunido en la misma sala. Sucede así no más, sin elipsis. Sin mostrar de alguna forma que algún tiempo ha pasado entre la reunión y el llamado a la puerta.

Aurelio, de todas formas, tiene momentos hilarantes en todas sus historias y en esta ocasión se apoya en el personaje de Pepe Sierra, como era de esperarse, quién brinda los mejores momentos de la película a pesar de lo anteriormente mencionado. Sierra, en el personaje de Freddy, logra otra de las mejores interpretaciones del año junto a la de “Pueto pa mi” y esto es más que comprobado cuando en una escena junto a Daniel Aurelio, Lewis Castillo y Yasser Michelen logra ser el completo foco de atención hasta el punto en que uno se desespera por ver su próxima interrupción.

La dupla Sierra y Michelen [el más sufrido de todos por el problema de audio] presenta también química en pantalla. La primera escena de ambos, una muy confusa también porque no está claro quién está vendiendo y comprando, sirve para detallar los dos únicos personajes que se mantienen fieles a quienes son hasta el final. Miranda [da Silva] tiene una buena presentación, pero Aurelio deja escapar lo que pudo haber sido una excelente femme fatale del cine dominicano.
Existe un talento en Pepe Sierra, Margaux Da Silva y Yasser Michelen que no fue explotado al máximo en esta producción y seguro hay una comedia muy buena dentro de Aurelio que todavía no sale. De hecho, de todas las producciones de Gallo Bravo Films, esta es la más floja y la menos tratada de todas. Tal vez Aurelio no debió ABARCAR tantas cosas.
Nota: algo que no puede dejar de destacar positivamente es la vestimenta y el maquillaje de Da Silva por algo muy especifico. Los vestidos al inicio de la película le daban esa fuerza de mujer decidida a obtener lo que quiere y en el único momento de vulnerabilidad real del personaje la ropa es casual [jeans y blusa] y el maquillaje es leve. Esos son detalles que se pierden en el cine de aquí que son muy importantes.
 
Escrito por Orlando Santos, Fuente: CineDominicano