Dominican Cinema

El Encuentro (Critica)

Había una vez, cuando era muy pequeño, escuché a mi padre decir “nítido”. En esos momentos para mí esa era una palabra usada por nosotros “los jóvenes”; conocía que era una palabra real y lo que significaba pero la expresión que algo “quedará nítido” era una frase de la juventud. Luego comprendí que era una palabra de uso cotidiano de mi padre y bueno, la asumí como parte de su personalidad y no como un intento de ser jovial o de acercarse a sus hijos o allegados más jóvenes, que en ese momento le éramos necesarios en algún trabajo manual.

Hago esta historia porque entre lo poco que dice “El Encuentro” -que no tiene mucho que decir- pareciera que destaca la especulación de cómo hablan los jóvenes desde la percepción de un hombre viejo. Frases como “se ven japi”, “esa tipa taba frikia” o “denle rewind a la boda” es un force de un guión que intenta ser lo más jovial y simpático posible… y lo que más da es vergüenza. Esta es definitivamente la “película” más perezosa que haya hecho Alfonso Rodríguez en su carrera.
El hecho de que existan pocos diálogos en esta producción pudiera ser considerado como algo “bueno”. Las actuaciones son tan inorgánicas e insípidas que es imposible imaginar que cada uno de estos personajes tendrían algo más que decir. Así mismo como su director interpreta una forma de hablar de los jóvenes, así mismo trata a sus personajes, como malcriados y huecos, cuya existencia no podría ser más innecesaria.
Existen escenas de menos de un minuto en comedias románticas, donde las parejas van a la playa, corren por la arena y se besan en el mar. Son esas pequeñas escenas que destacan brevemente la felicidad de estas personas por estar juntos. En “El Encuentro” esto se repite una y otra vez por lo largo de toda la película, con breves momentos de actores muy mal dirigidos tratando de escupir diálogos sin sentido. La producción es súper repetitiva hasta en la música. Además de las escenas de playa, arena, agua y beso; por casi la hora y algo que dura esto, podemos escuchar constantemente “E’te niño” de Melymel hasta el hastío.
En fin, uno no se cree que estos personajes tienen algún tipo de relación especial. Que existe alguna química entre ellos. Es un conjunto de vergüenzas ajenas,una detrás de la otra. Algo que no merece, ni aguanta análisis alguno. Una total pérdida de tiempo.
 
Escrito por Orlando Santos, Fuente: CineDominicano

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