Hace unos años que un tuit de José Enrique Pintor dictaba, y parafraseo: “Las comedias siguen siendo mejor cine que los otros géneros que exploran en el país”.
Quiero enfatizar que la frase/tuit está siendo parafraseada para que no se confunda con sus palabras exactas, aunque -sí- el sentimiento está ahí. Pintor, y yo estoy de acuerdo con él, especuló que hablaba sobre esto por el estado en que se presentan la gran mayoría de películas del denominado “cine diferente” / “cine serio”, que -además de ser en mayoría un cine malo- son películas que se presentan sin estar terminadas. “Girasol” es probablemente el máximo ejemplo de esto.
El filme de Dilia Pacheco, víctima de rumores por un supuesto abultado presupuesto (un presupuesto que terminó siendo de RD$52,354,582.00 según información de la DGCINE cuando inicialmente se había hecho una solicitud de RD$80 MM, pero IMDB destaca como presupuesto estimado US$4,255,820, que al cambio del dólar da un total de RD$191,511,900) es un desorden narrativo de principio a fin y uno de los peores ejemplos del uso de audio en el cine.
Basado en la historia real del empresario dominicano Víctor Méndez Capellán, “Girasol” padece los mismos percances que la gran mayoría de los biopics en donde -sin concepto alguno- se busca cotejar cada momento importante de la vida de un personaje sin que un hilo narrativo cree una historia de ficción interesante o, en el caso de esta “película”, digerible para la audiencia.
El filme también cuenta con un afán de transmitir el mensaje del arduo trabajo de un niño que vino de la nada y lo consiguió todo. Así que -además de las incongruencias narrativas, lo insoportable de su sonido, sus actuaciones y sus pobres diálogos- parece una especie de sermón que dura unos 90 minutos eternos.
Uno de los ejemplos que se pueden destacar con la falla de la edición y mezcla de sonido es la escena del funeral de Victor Manuel [Erlyn Saúl], uno de los hijos de Víctor Méndez Capellán [Laureano Olivares] en donde da la impresión que literalmente se baja y se sube el volumen del sonido como si se sostuviera el botón de un radio.
Cabría destacar que esta escena nos parece un intento de emular el momento en que Michael Corleone [Al Pacino] sostiene el cuerpo asesinado de su hija Mary Corleone [una atroz Sofia Coppola] en “The Godfather: part III”, película dirigida por Francis Ford Coppola, director que Dilia Pacheco destacó como uno de sus favoritos en una entrevista para En Sociedad del Periódico Hoy.
Incluso con un audio correcto la película no tendría mucho sentido. Aunque la inspiración son las historias y vida de Víctor Méndez Capellán, abuelo de quién dirige, cada escena parece un spot que no contiene nada de explicación y contexto y que sólo pretende ser adornado por algunas frases que aparecen en unas ocasionales pantallas negras.
Mucho se ha hablado recientemente de las razones por la que se debería derogar la ley de cine utilizando los sospechosos habituales de siempre en Archie López y Roberto Ángel Salcedo. Las películas de López y Salcedo han sido ampliamente criticadas hasta el punto de que, junto a otras comedias locales, han manchado el nombre de un género que merece mucho más respeto de los realizadores y de la audiencia misma.
Sin embargo, las razones que se pudieran utilizar para buscar el cese de esta ley son películas como “Girasol”. Películas prepotentes, de presupuestos abultados, presentadas sin completarse y que no llevan un alma al cine. Se gasta un dineral en proyectos como este, como “Oro y polvo”, como “Ladrones” y además de que no queda nada sustancial para cultura cinematográfica local, hay una sala de cine llena de grillos que en el caso de “Girasol” es un chiste que sólo quienes la sufrimos lo entenderemos porque fue uno de los sonidos más utilizados durante semejante intento de “película”.
 
Escrito por Orlando Santos, Fuente: CineDominicano