Dominican Cinema

Locas y Atrapadas (Critica)

Del cine dominicano se dice que tiene muchos problemas: guión, dirección, actuaciones, fotografía, edición, etc; también el cine dominicano ha tenido varios apodos, uno de los más recientes siendo “Errewood”, haciendo alusión a Hollywood y declarando de alguna forma que nuestra pequeña, y todavía no tan desarrollada industria es, como diría Trent Reznor, una copia de una copia de una copia; y como tal, la mayoría de sus productos no se ve, se escucha o se siente como cine. Y, tristemente, “Locas y Atrapadas” no se aleja de esto.
Los primeros quince o veinte minutos de la más reciente producción de Alfonso Rodríguez son insoportables. El inicio, con las personas que trabajan en recepción y -de nuevo- el personaje homosexual como el “relief” cómico exagerado, hacen que los primeros minutos de la película parezcan eternos. A esto le agregamos que la primera historia que escuchamos de las 5 protagonistas es la más insufrible: el cuento de la dupla Denise Quiñones/Carlos Alfredo parece una recopilación de los peores momentos novelescos de la historia de la televisión.
Un problema recurrente en el cine dominicano, en cortos y en largometrajes, es el hecho de que pareciera que los personajes no tienen un pasado y parecieran estar vivos apenas inicia la película y mueren cuando termina. Tomen por ejemplo la relación de los personajes de Quiñones/Alfredo y la relación del personaje de Sabrina Gómez; pareciera que estas mujeres decidieron ignorar el tipo de persona que tenían en frente. No hay ni un solo segundo que explique algo de estas relaciones y uno se queda con el pensamiento de que ambas mujeres son dos imbéciles por no darse cuenta el tipo de hombre que tenían en frente.
Por otro lado, Rodríguez hace una de las peores cosas que puede hacer un director en una película: traicionar a uno de sus personajes*. El personaje de Héctor Anibal se presenta como el hombre más dulce y humilde del mundo y encima está presente en lo que es la mejor escena de la película cuando él y Dulcita Lieggi salen a comer y de repente [mientras ella continúa contando su vida en elevador] se convierte en el monstruo más diabólico de la “bolita del mundo”. De ninguna forma una persona como es presentado inicialmente el personaje de Aníbal puede terminar siendo ese monstruo al final, al menos que exista algún elemento de ciencia ficción que lo afecte.
A pesar de su inicio y estos fallos narrativos, “Locas y Atrapadas” tiene sus cosas buenas y la mayoría de ellas tiene que ver con Melymel. La cantante, y ahora actriz, protagoniza los momentos más orgánicos de toda la película dándole el poco toque de sinceridad que tiene. Su trabajo no es perfecto, las repeticiones de frases como “no tengo ni una raya” o el “¡¿Qué?!” boquiabierta parecen un chiste que una persona repite una y otra vez en busca de que su audiencia lo entienda. También Sabrina Gómez tiene su momento de lucidez cuando es abordada por una mujer en una discoteca, la expresión de su cara es genial. Eso y el “vamo’ bien” de cuando ya es tocada y besada por la mujer en el baño de dicha discoteca es tal vez el mejor momento cómico de todas las películas de Alfonso Rodríguez.
“Locas y Atrapadas” es otra buena oportunidad desperdiciada, otra más en el anaquel del cine dominicano. La idea de 5 mujeres atrapadas en un elevador que desnudan su alma [5 mujeres bien definididas: la puritana, la tosca, la atrevida, la nueva rica y, bueno, la otra] es bastante interesante pero cuando no hay un guión que sustente bien esa idea y cuando se tiene a un narrador que parece aburrirse con lo que está contando y tiene que recurrir a un trope** absurdo, para una historia como esta, de que un elevador tenga vida; no se puede contar una buena historia.
Si al final entra a la sala de cine y llega a sobrevivir a los insoportables personajes de la recepción y a la historia de Denise Quiñones y Carlos Alfredo [les estoy pidiendo demasiado], procuren marcharse inmediatamente después que las chicas son rescatadas porque lo que sigue es peor que el inicio; ni el cierre, ala Sex and the City, donde estas cinco bellezas caminan hacia la cámara, lo salva.
*Traicionar uno de sus personajes: se refiere a que un personaje haga algo que va en contra de su naturaleza. Un cambio de personalidad improbable para como es presentado el personaje. Una decisión que por su forma nunca tomaría.
**Trope: es una técnica que se usa constantemente en una narrativa de manera que está en la mente de la audiencia. Ejemplo en la película: desde la primera vez que el elevador sube y baja sin control, la audiencia sabe que eso será un suceso recurrente durante toda la película.
 
Escrito por Orlando Santos, Fuente: CineDominicano

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