Dominican Cinema

Luis (Critica)

Hasta hace uno pocos años, el género del drama -además de ser muy poco difundido- era pobremente realizado. Aunque la impresión de la audiencia es que se realizan más películas de comedia que dramáticas, la realidad es que en años anteriores se ha realizado la misma cantidad de películas de ambos géneros (como en 2016) y a lo largo de la historia el género dramático ha sido considerablemente representado en el cine local. Hasta hace un par de años, los filmes dramáticos no contaban con la misma calidad técnica que algunas de las comedias realizadas, desde el 2015 Archie López es quién más ha levantado la cabeza, pero “Luis“ no es un ejemplo de esto.

“Luis” es la primera incursión de López al género dramático y similar a sus películas previas, tiene incoherencias narrativas, diálogos débiles, guion y actuaciones pobres. Mucho de esto cae en la dirección.

La inhabilidad de López de contar una historia dramática no parte de que el género sea más difícil que el de comedia. Por que no lo es. Es un reflejo clarísimo que hemos visto desde Lotoman hasta Tubérculo Gourmet. La diferencia que presenta “Luis” sobre las comedias de López, y es lo único destacable de todo el asunto, es que no tiene oportunidad alguna aquí de hacer un bombardeo publicitario de algunas marcas.

La producción parece intentar dividirse en tres historias: la relación de un padre y su hijo, las proezas de dicho padre como militar/policía, las “aventuras” de un hijo en el mundo de las fiestas y las drogas. Cada porción de la historia termina siendo muy juvenil. Esto es una contradicción porque especialmente en el ambiente de Luis (interpretado Axel Mansilla), parece la especulación de un grupo de viejos conservadores sobre lo que es actualmente la joven adultez, las fiestas y el consumo de drogas. Es una interpretación de este tipo de vida digno de películas de televisión que buscan dejar una moraleja (algo habitual en el cine de López) y muy parecido a las situaciones de vergüenza ajena que ocurren en la serie de televisión mexicana (que se ha convertido en una sensación en las redes sociales) “La Rosa de Guadalupe”.

El mensaje es bastante claro: las drogas son malas, hay que respetar a los padres y las proezas de un hombre son tomadas en cuenta al momento de juzgar a un familiar suyo. El problema es como llega López a estas conclusiones, lo que pasa siempre en sus películas. Lopez tiende a glorificar una acción, una actividad o una situación durante casi toda su película para en los últimos minutos, donde quiere dejar una moraleja, satanizarla. No existe un desarrollo, ni una transición orgánica entre la historia y la moraleja.

En términos narrativos, López está más preocupado en regañar a la audiencia que en contar una historia honesta. En términos visuales, la película deja mucho que desear en cuanto a dirección y fotografía. Uno puede ver cada interpretación tratando de lograr su marca dramática en cada escena y como director en las escenas de acción (un género poco explorado y muy mal representado en nuestro país) se deja ver la incoherencia en el tono de la producción. Las películas brasileñas “Tropa de Elite 1 y 2” parecen ser una influencia pues parece que se busca retratar al Coronel Rosario [Alfonso Rodríguez] como el Capitán Nascimento [Wagner Moura] eliminando el discurso de clases y político de los filmes de Padilha por el peor de los melodramas. Incluso cuando la política llega a “Luis” viene de la forma más ridícula, en un juicio que parece más una broma absurda que una escena de una película aparentemente seria.

“Luis” es una película tonta, una historia sobre drogas y moraleja que aparenta una seriedad que no tiene. Es el drama que hasta hace un par de años encontramos en demasía, ese retrato social que provoca más vergüenza ajena que empatía. Su grito final, sin motivo de burla a la escena en donde la madre ve a su hijo entrar a la cárcel, es toda la escena de la prisión. El tercer acto de “Luis” intenta destacar el destino final de un mal comportamiento de un o una adolescente o joven adulto, atravesando la cárcel completa en dos ocasiones, agregando un motín para cerrar con la moraleja de que si un hijo o una hija se porta mal el destino es la muerte. Lo de Luis y su “pandilla” son sólo acciones estúpidas de un grupo de muchachos que junto a sus consecuencias han sido exageradas hasta la máxima expresión.

Al final esta es una producción que hace que uno prefiera los anuncios comerciales eternos que son las comedias de López antes que toparse con otro intento dramático bajo su firma.
 
Escrito por Orlando Santos, Fuente: CineDominicano

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