El eslogan de “Nuevayol III” de Angel Muñiz era: “porque las segundas partes siempre son malas”; lo que Muñiz tal vez no sabía es que cuando las secuelas funcionan siempre es la tercera la que daña la saga y por eso esta película de Muñiz es de la que menos se habla, pero en el caso de “Sanky Panky 2”, el eslogan funciona.
No es que “Sanky Panky” fuera totalmente de nuestro agrado, pero fue una película colorida, con momentos de risas efectivos y con una historia no tan complicada: Genaro busca salir del país y quiere hacerlo a través del amor de una “gringa” y no se da cuenta que ese amor y esa felicidad lo tiene más cerca de la cuenta. En esta segunda parte, los momentos de risas todavía están allí e incluso son más efectivos pero es en el deseo de su realizador de buscar mucho más carcajadas complicando la historia que está en el gran problema de esta película.
Han pasado casi 9 meses desde que Genaro [Fausto Mata] tuvo su encuentro amoroso con su gringa Martha [Zdenka Kalina] antes de decidirse quedarse con la Morena [Alina Vargas] así que significa esto: que la gringa regresa junto a sus amigos Chelo [Tony Pascual] y Carlitos [Aquiles Correa] al país embarazada. No hay mejor conflicto que ese, en especial cuando Genaro, por su “trabajo”, está teniendo inconvenientes con la relación que lleva con la Morena.
Este es el conflicto perfecto para esta película y debió ser el único en especial por que Zdenka está perfecta de nuevo en el rol de Martha [el personaje más interesante de toda la saga]. Martha es la chica joven [no tan joven] que no ha tenido suerte en el amor y entiende que su embarazo es una bendición porque cree que su hombre definitivamente es Genaro y por eso regresa; y también porque claramente esta muchacha es la mejor actriz que tienes en el set, pero al parecer Pintor entendía que la película necesitaba otro conflicto más y nos presentó los insoportables segmentos de la “mafia italiana” y el personaje terrible de Don Benito [Pericles Mejía].
La personificación de Don Benito fue una clara mala decisión tanto del director como de quién lo interpreta pero es el tiempo en pantalla que lo hace aún más insoportable. Pintor tuvo la buena idea de representar estos segmentos y sus personajes con su propia música pero esto funciona cuando la aparición del personaje es una especie de cameo y no casi protagónico a la par de Genaro, La Morena y Martha. Llego un momento en la película que el inicio de dicha canción significaba un suspiro de disgusto.
La comedia estuvo allí e hizo buena presencia; en especial cuando Pintor hacia referencia a “Weekend at Bernie´s” con el personaje de Mamma Mía [Verónica López] pero no tiene tanta relevancia que cuando tienes una trio amoroso más importante que contar. Algo que si también hay que darle a Pintor es que el único que ha logrado minimizar el faustomatismo; los manerismo son menos e incluso se siente un poco decente cuando Mata tiene un momento dramático, aunque cuando tu contraparte es una Alina Vargas tratando de llorar recostada de una puerta la historia es otra. En momentos así es que se aprecia más el trabajo de Zdenka Kalina que en una escena anterior había sacado la escena dramática más importante en la historia de la carrera de Fausto Mata.
Al finalizar “Sanky Panky” y que comenzarán los rumores de una segunda parte uno se preguntaba ¿qué más pueden intentar sacar de una historia que cerró? porque allí es donde se dañan las segundas/terceras partes y sin embargo Pintor dio con el conflicto perfecto pero lo dañó agregando otro. Si “Sanky Panky“ planea convertirse en una saga y tener terceras o cuartas partes su realizador debe mantener la historia lo más sencillo posible y claro Zdenka debe salir aunque sea en dos escenas; Pericles, en ninguna.
 
Escrito por Orlando Santos, Fuente: CineDominicano