Dominican Cinema

Vamos de Robo (Critica)

Enero 2014 confirma que finalmente terminó el 2013 y para nosotros es un alivio porque a pesar de que “La Montaña” y “¿Quién Manda?” fueron parte de ese año, las peores producciones de la industria dominicana vieron su estreno en esos 12 meses. Sin embargo, este nuevo año parece seguir la tendencia negativa del año pasado y eso se lo debemos a “Vamos de Robo”.
La más reciente producción de Roberto Ángel Salcedo es la más insoportable de todos. El mal gusto y el complejo de un director ha tenido la imagen más vil de las mujeres en sus películas y que sus personajes y sus historias no tienen el más mínimo sentido común está de sobredosis en esta “película”.
En producciones anteriores, que hemos considerados un poquito menos malas, hemos encontrado un rayo de luz aquí o allá; un momento en una escena o una breve interpretación por parte de sus actores pero “Vamos de Robo” logra, en totalidad, no ofrecer una porción decente que pudiéramos decir que es algo válido de mencionar.
Luego de alejarse un poco de las denigrantes representaciones de la mujer que han plasmado todas sus películas, Salcedo remata con fuerza mostrando el grupo más imbécil de mujeres inseguras/peladoras/insoportables que se pudiera encontrar en pantalla. Esto sin mencionar la cantidad de veces que hay que escuchar el tono agudo de la voz de Ozuna, las gesticulaciones y los chistes a media de Mata y la reiteración [aburrida] de las condiciones de celos del personaje de Carlos Sánchez y la obsesión con el juego del personaje de Anthony Ríos.
“Vamos de Robo” es un perfecto ejemplo en que no importa que el mercado va a exigirle más a estas producciones, estos realizadores tienen cada vez menos interés en hacer sentido con lo que cuentan. Es imposible que pueda aparecer una historia tan disparatada y con personajes tan mal construidos como todas las personas que hay en pantalla. La “película” quiere también demostrar su capacidad de crear momentos de acción con las persecuciones peor realizadas y más desesperantes de la historia del cine, que ni siquiera por el hecho de ser tan malas dan risa. Hay que agradecer también a Salcedo por manchar uno de los momentos icónicos de una de las mejores series animadas en “Scooby Doo” cuando trata de hacerle referencia en el momento en que se “descubre” todo y como lo hicieron.
Estas películas representan lo que estos cineastas creen realmente de sus compatriotas. Una masa imbécil que paga por ser insultados descaradamente y que encima se ríen de eso. Lo peor de todo es que estas personas han sido los culpables de que el dominicano, que tenga un cc de cabeza, le coja asco a la comedia en general; un género tan rico como ese, porque lo que hay que aclarar es que el problema no es que solo se hagan comedias [que ya no es verdad] el problema es que solo saben hacer un tipo de “comedia”: la peor. Pero esto lo explicó mejor Armando Almánzar en su reseña del sábado pasado, yo los dejo con ese pequeño párrafo de genialidad porque ya yo no puedo hablar de esto:
“Y van de robo, porque les patrocinan la puesta en escena, la rellenan de comerciales (con eso pagan en parte las inversiones), luego consiguen dinero de la DGCine y, repetimos, van de robo.
Por supuesto, quien no va de robo es el cine, el séptimo arte, que es obviado para rodar puras mojigangas. También, por supuesto, van a decir de nuevo que “quienes quieran ganar el Oscar que se vayan a Hollywood”, o que “ellos no trabajan para hacer obras maestras, sino para el pueblo”, respuestas vanas, huecas y necias porque lo que sí saben en su fuero interno es que, si por algún repentino vaivén mental a alguno de ellos se le ocurriera la idea de hacer una “película para el Oscar” o “una Obra Maestra”, lo seguro es que, a pesar de las intenciones, les saldría otra burrada.
Porque no es que no quieren, es que no pueden.”
 
Escrito por Orlando Santos, Fuente: CineDominicano

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